DECIMOCTAVO NÚMERO

AGOSTO DE 2014



Nota del editor.

El mayor problema que se me presenta, y esta vez no trato de extender mi pensamiento al colectivo, es el cómo conjugar la dimensión individual con la dimensión social. Ese ente individual, distinguible e irrepetible, que todos somos, con ese conjunto de voluntades, tradiciones, acciones de extinguido origen e ideas derramadas que formamos todos en conjunto.

Parece que el primer paso es dejar de cuestionarse que ámbito debe ser en virtud del otro; como si decidiéramos que nuestra vida social estuviera dirigida por aquello que deseamos, negamos o buscamos ver pasar en nuestros momentos de mayor y radical individualidad. Quizá pasemos por la concepción, más o menos global, de que ahora es impracticable eso de la soledad, pero, al igual que podían creerlo nuestros padres, las prohibiciones fácticas, así como las cosas imposibles son sólo de tal carácter ante aquellos que las niegan, ocurriendo con total normalidad a sus espaldas.

Ante tal confrontación parece esperable buscar un equilibrio, pero este no es ni aparente, ni mucho menos sencillo. Lo que suele ocurrir, lo que pueden comprobar en su experiencia, es que estas dos esferas, inseparables, de la vida se invaden entre sí de forma azarosa y aparentemente inoportuna: mi soledad con mi deber para con mis carnales, mis ganas de saltar frente a la cordura ante el problema de otro, su amor de soledad frente al mío ante todos... Menos mal que aún queda luz, que aún quedan esquinas vacías donde sangrar un pequeño rato, respirando a la luna, para poder levantarse con el giro de la mano posada en el hombro y poder responder a un “qué te pasa” con un “nada, jambo, sigamos”.

Dieciocho ya y un abrazo. Así Vivimos y Así Gritamos.

1 comentario:

  1. Hola amigos,estoy orgullosa de poder participar dibujando la portada y también de seguir leyendo las palabras que salen de las mentes jóvenes.Creo que nos hace falta mas unión,mas fuerza,mas pasión,mas lucha,mas inquietud,mas movimiento,mas sonrisa,mas amor,para poder salir del túnel y llegar a la luz de cada uno.

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