La sola conciencia
tiene el poder de volver las pequeñas cosas
camino;
y a las grandes
destino.
I.
Tengo
delante
una máquina
que rompe las bocas de la tierra:
les propina puñetazos inesperados
El primer golpe les vino
cuando éstas apuntaban una frase importantísima
al paraíso
mientras éste nos mecía y nos tocaba con placer.
Pero entonces,
éste,
se quedo en blanco.
Y el reino de los cielos
empezó a improvisarse desmedidamente
como para captar la atención de un muchedumbre loca.
II.
Arrastramos todas las trazas
después.
Era un mosaico descuidado.
Las teselas eran una mancha oscura
como la sangre resultante
del golpe al coloso.
III.
Luego ignorancia
miradas que se apartan
luego olvido:
aunque el coloso permaneciera ardiendo.
Justamente
una inmensa traición.
Vaticinios
luego calamidades.
Una profunda grieta;
luego la custodia de una raza incrédula
la esclavitud
la mentira por la mentira,
la farsa por la diversión,
de unos pocos.
II II.
Cuando nos llegó el momento
ningún grito culpable
inmutó al coloso enfurecido.
Y la naturaleza devastó los cuerpos
que antes mimaba a su imagen,
que antes,
supo valorar en la emoción y la paciencia.
A actuar por activar esta conciencia,
a no quebrantar o traicionar el principio
del ritmo del corazón
he venido.
Y por eso estoy aquí
ante esta masacre.
Y por eso grito aquí.
Ollie de Ninfo
No hay comentarios:
Publicar un comentario