VIGÉSIMOCTAVO NÚMERO

JUNIO DE 2015



Nota editor

¿Qué les puedo decir? Un mes histórico mayo, sea del color político que sea aquel que
juzgue esta afirmación. Es valioso en ciertas ocasiones considerar la repercusión práctica
y efectiva de los pensamientos de uno. Para que no se me dispersen un ejemplo cercano:
usted votó, supongámoslo, en todo caso, y antes de ello pensó, quizá, en realizar varios
votos distintos al efectivo, habló de ello, lo consultó de diferentes formas, se informó,
se formó una opinión, pero ésta sólo tiene como testigo tal voto. Esto que llaman azar
está muy bien considerado, pero en este caso hay una falta de representación por parte
de sus acciones y respecto de usted mismo; usted misma. Supongo, este inconveniente
no es fácilmente evitable y el caso del ejemplo es simplemente anecdótico, piensen en
la infinidad de veces que uno por sus dudas y requiebros mentales no se expresa
completamente, no hace notar tal bullicio intelectual. Si este fin no es el deseado parece
ser necesario compensarlo, al menos y en principio, con la idea de que todos aquellos
que no se molesten en querernos, incluso algunos de ellos, sólo nos conocen por aquello
que hacemos y decimos, los sentimientos, las ideas que respaldan tal parte pública, o
serán imaginados o serán obviados; como el rozamiento en un problema de física, por
ser irrelevantes para el fin buscado.

Así, imaginen que inmenso hueco entre todos nosotros; no me sorprende que nos
engañen magos y mentalistas. Por ello les invito a mirar, a mirar tanto que comiencen a
ver los huecos, e incluso a hacerlo tanto que ustedes puedan suponer dónde habría un
hueco, así, quizá se acerquen más a lo que les rodea. No busco ser pájaro del mal agüero,
pero el conductor que piensa en lo peor cuando va a entrar en esa calle mal iluminada
consigue prepararse, aunque sea para cambiar a segunda. Fórmense a ustedes mismos
y cuando crean que es suficiente para seguir viviendo sin que esto sea su prioridad, les
aconsejo que traten de formarse una opinión completa sobre lo que les rodea, analicen
su comprensión del mundo, traten de analizarle a éste; de seguro que se sorprenderán.

Veintiocho ya, que nadie lo pare. Así viven y así les gritan los que apenas nacen.

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