Sólo son palabras.

Primera parte:

-Salto sin paracaídas.-

Miradas, calles, bailes,

cruces, aceras, rayos,
esquinas, mundos, árboles,
dóndes, quienes y cuándos.

Ríos, ríos de abrazos,
te miro, sonrío, ahora caigo,
mundo cerrado, abren los magos,
vuelan cuando caen alto.

Y un nuevo hado,
olvidar el igual no
es hoy, cuento contado,
yo sólo sé en el pruebo.

Improviso o muero,
muerdo por igual los dos lados,
no entiendo los ojos cerrados,
brillos de espero,
perdiendo segundos.

No recojo si cae,

vivo en el suelo,
ni el negro es el duelo,
ni el blanco un consuelo,
tu cuerpo me atrae,
las alas nos abandonan,
no pidas, ellas no perdonan,
nada se pierde,
todo cambia,
tan rápido libre,
como mordiendo la espada.

Mi mundo, sin cimientos,
ellos buscan alientos,
los quieren cerrar,
se que esta calle no es mía,
pero hoy me oirá gritar.

Amor a la desesperada,
madera, cabeza golpeada,
ella no, pero si paga,
ya no es nada, nada,
ya no es no, no, no.

Ahora se comió a Ayer,
no dejó agujero,
ningún lamentar que perecer,
Recuerdo vive para distraer,

Pero muere al esperar,
que vacío es olvidar,
soy más de sangrar,
correr y reventar,
carcajadas o sólo ja,
aquí sigue el Qué más da.

Palabras y algo más
sólo vive en Ahora,
nunca Nada fue no real,
Ayer y Mañana,
bromas sin gas,
nada a lo que ser leal,
en un primero se puede volar,
más rápido, Solo es correa
cae, sube, exclama, reza,
a todos,
eso tras el señor Saltar,
el señor Suelo es abuelo,
yo, tu, él, ella, son los quieros,
fuera de Ya los muero,
los caigo y no vuelo,
[hasta ahora todo va bien]
sólo importa el aterrizaje,
Pero entra en escena,
él más sin melena,
todavía colmillos y paje,
ningún disfraz lo llena,
hasta la siguiente vocal,
ya cerró el local,
miro hacia arriba,
es clandestina, algo esquiva,
ahora hacia abajo,
líneas, márgenes, esquinas,
¿Habrá sitio para un escarabajo?
ya no son esas las incomprendidas,
faltan patas y coraza,
no más negro, no taza,
el suelo lija igual que abraza,
giro, otra vuelta,
Quizás mira desde la puerta,
pudiera ser la última caída,
mentira, no reiría.

...

No sé,
me fundo,
nos guió el por qué,
sonriendo me hundo,
si Gravedad lo desea,
mi siguiente caída no será rea,
pues, cae hacia Cielo,
quien la contempla.

Segunda parte:

-Sólo son palabras.-

Un grito, miles de voces,
unos, gentes, quienes,
sociedades, el hombre, eso tiene,
camino y nombre, ¿Qué lo detiene?

Cuando y Donde, palabras,
esquinas no guías, míralas,
siente no padece, déjalas
volar sin ser seguidas,
enemigas, puñales, cadenas,
apártalas de nos,
somos el son,
réquiem infinito
que quiebra sus destinos,
olvida y borra el Guión,
apartemos las del don
de cambiar los latidos,
de tirar los muros.

Sólo son en ti,
tienes el poder de elegí,
volé, giré, caí,
sentí, seguí, viví,
sólo son palabras
las cadenas a ti atas,
tú tienes la llave,
pero tienes otro problema,
quizá ya olvidaste
que eso era condena.

Mundo y sus esquinas,
vidas, miradas, rimas,
todo ello golpea,
pero ninguna vida rea,
si ella no cierra la cadena.

Sólo busco ruido,
ver caer lo vivido,
lo seguido, lo prometido,
borrar también las paredes
a manchar, estallar, márgenes
que derrumbar, abrir, sangrar,
girar tirando todo,
derrocar al gran mago
jugando sin jugar a su juego.
Yo soy el que vive,
nadie a mí por mí sigue,
tú, él, ella,
son los que son,
música o al menos vida,
dejemos atrás los nombres,
los quienes los dóndes,
todos vacíos sin un yo,
sin un tú que diga: lo soy, lo sé.

Caer y girar consciente del pero,
que queda atrás, muriendo
en la caída, no es locura suicida,
es la coma, seguida del suelo,
nuestro gran y real abuelo.

Vivir siendo él,
sin alas de papel,
matar a mañana y ayer,
ser ahora, dejar de perecer.

Y cuando nada quede en pie,
saber quien daba el por que
las cadenas parecieran
lo que sólo a los quienes espera.

Ojalá ya no fueran
nombres, ideas,
palabras enteras,
eso por lo que morir,
aquello por lo que vivir,
sólo vive en nos.

Esto que son cadenas
no son más que venas,
nuestras almas llenas

de esquinas y nudos,
sinos rodeados de escudos,
máscaras, tazas y armaduras,
locuras disfrazadas de cordura.
Son mis calles,
mis manos, mis bailes,
colmillos y melena,
sueña con imaginación llena.

La llave de esta rea
está en su bolso,
abrir su pecho y nudo,
ella puso el cierre a la reja,
ella comenzó a volar,
a abrazar la mentira vieja,
dejó de dejarse sangrar.
Cae, olvida las falsas alas,
mira mis venas, ¡míralas!
rompen esquinas y tazas,
máscaras, majaras lágrimas,
estallan en carcajadas,
desapareciendo en el suelo,
sin perder el sentir,
el girar, el amar,
el parar, el seguir
siguiendo en mi ahora,
mintiendo en la locura,
escapando del adjetivo
ser perdido, contigo y contigo.

[ yo, tú, el, ella ]

Carlos Esteban González