¿Quién es Canto?


Bienvenido amigo lector de ésta, nuestra primera edición de la revista “Así Vivimos y Así
Gritamos”. Bienvenido a nuestra pequeña gran comunidad de pensamiento alternativo,
bienvenido a la dimensión opuesta al maniqueo de las gentes. Bienvenido hermano.

Antes de proseguir, me gustaría aclarar una cuestión. De aquí en adelante, el escritor será
Canto. Éste, hará de mediador entre mi pensamiento y el papel, él será quien exponga lo más
profundo de mi ser, por tanto, él será el protagonista, bien de escribir grandezas, o por el
contrario, de escribir derrotas; de hablar en un concreto momento desde la cúspide del
éxtasis, y en otros momentos, de hablar desde el lodo más engorroso que hayas podido
imaginar. Canto es así, con grandes altibajos, y espero que este hecho no sea molestia alguna
para ningún lector.

Poca fe en el conjunto de la sociedad de nuestro tiempo podréis hallar en la escritura de
Canto. No queda espacio en la calle para la reflexión. Una pequeña dosis de libertad sólo
puedes encontrar en la soledad de uno mismo, o en su defecto, en la compañía de tu pequeño
círculo de amistades, las cuales, unas veces se escogen, y otras, simplemente se encuentran
por azar y con la necesidad de unirse para, todos juntos, conseguir una voz más fuerte.


Hablar para Canto de su círculo, es referirse sólo a aquel lugar donde puede sentirse humano,
aquel donde puede encontrar un espacio donde poder escuchar y apreciar un poco de buena
música, donde puede expresar sus inquietudes y reflexiones sin ser tachado de ¨persona
extraña¨, aquel lugar donde el alcohol baila en torno al centro de la hoguera como si de un
ritual chamánico se tratase, aquel lugar donde se puede dar rienda suelta a la personalidad, sin
someterla al tenaz juicio ajeno. Para concretar aún más, el lugar es simbólico, lo
verdaderamente relevante son los compañeros de batalla.

A Canto, no le resulta simpático la persona con espíritu gregario como estandarte, ni la
persona que rehuye de dedicar un poco de tiempo de su tétrica existencia a la práctica de algo
tan natural como es el pensamiento humano que vaya más allá de su propio interés personal,
de la simple situación del aquí y del ahora como si de una losa de piedra fría en medio de un
cementerio se tratase.

En cambio, sí que siente simpatía, admiración y respeto por el preso político, por el
desahuciado, por el noble trotamundos, por el bohemio de la vida, por el artista que necesita
canalizar su ira de forma pacífica y reivindicativa, ya sea en un lienzo, esculpiendo piedra,
representando una burda escena en una tarima, sintiendo y entregando la cárcel de su cuerpo
a la música mediante un baile, improvisando sobre una instrumental, plasmando sobre el
papel, sobre la realidad…

Una vez aclarado esto, y haber hecho una muy breve presentación de quién es Canto, le cedo
rienda suelta a su escritura.

Bienvenidos otra vez. Éste es mi yo. Yo soy Canto.

Una vez recibida la presentación, poco más he de decir yo por hoy. Simplemente, querer
agradecer el tener la oportunidad de dar cabida a mi ser en esta revista, de poder por fin
expresar tanto mi resentimiento como mi felicidad estacional, y todo ello, en compañía de
grandes plumas como las que aquí, en la revista, sienten la necesidad de elevar su
pensamiento por encima de la realidad, y quieren poder percibir, en mayor o menor medida,
las tretas y engaños del espacio que nos rodea. Este hecho no es algo relevante, ya que,
aunque algunas personas sigan aún con la venda en los ojos, sienten que algo está pasando,
cosa que tarde o temprano descubrirán en función de la amplitud que posea su círculo de
influjo. A lo que sí que me refiero como relevante, es al hecho de que este pequeño grupo de
escritores, hayan decidido unir sus mentes para crear algo nuevo, mejor llamémoslo diferente.
Esta revista es nuestra válvula de escape, digamos que sobre este papel intentamos crear una
alternativa, un pequeño espacio nuestro al que ningún político pueda censurar, ningún policía
pueda perseguir, y donde no existe ninguna regla ni fundamento a seguir más que el de la
exaltación del propio ¨yo¨, y el conjunto del eco que producen todos nuestros egos al ritmo de un
mismo son.

Por último, y antes de mi despedida, es el animar a otras personas a crear su propio lugar de
evasión y a la vez de lucha, a encontrar como yo, Canto, he encontrado unos minutos de paz,
reflexión y expresión al poder escribir estos párrafos.

Espero haber compartido con el lector el mismo sentimiento que este sencillo escritor tenía
cuyo objetivo, el de poder hacer clara su expresión. Siendo esto así, necesito descanso.

Canto

¨Aprender sin reflexionar es malgastar la energía¨ - Kung FuTse, Confucio

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