Tren de Sombras

GÉNERO: Comedia dramática
DIRECTOR: Cesc Gay
REPARTO: Javier Cámara, Ricardo Darín, Dolores Fonzi
GUION: Cesc Gay, Tomás Aragay
PAIS: España
DURACIÓN: 108 min
PRODUCCIÓN: Imposible films/ BD films
ESTRENO: 27 de octubre 2015

Es complicado pensar en películas donde la amistad no haya jugado un papel vital en el
desarrollo de sus historias. Ahora bien, si pensamos en filmes que versen sobre la
amistad, en un sentido abstracto de la palabra, parece difícil recordar títulos así, sin caer
en aquellas pandillas ochenteras de Steven Spielberg. Aquellas despedidas, aquella cana
al viento antes del último viaje se han llevado a la pantalla con mejor y peor atino.
Cuando contemplaba Truman, no podía dejar de pensar en Entre copas. Bueno, siendo
sincero, no podía dejar de pensar en Alexander Payne en general. El cine del americano
se ha convertido en un referente de despedidas, de viajes, de catarsis (Quien no
recuerda la aplaudidísima, bellísima e increíble Nebraska), y Cesc Gay lo sabe, pero eso
no resta originalidad al film que aquí tratamos. De si las historias nacen de la realidad y
esperan a ser filmadas o si poseen relevancia y se tornan reales precisamente por salir
en la pantalla parece conseguir un nuevo significado en la película. Si cabe elogiar al
catalán por un algún motivo, sin duda es el de entender que el cine puede contar
grandes…. Y sobre todo pequeñas historias. El film es una de estas últimas.

Hace unos años, el cine se vio inundado por un tema que conmocionaba y dividía a la
población, el de la eutanasia. Fueron muchos los films que se veían en las salas, donde
acabó destacando Intocable, la peli de Eric Toledano. Optimismo, fascinación, huir de la
policía, porros… Una película que te hacía ver que la vida estaba “llena de color”. La
felicidad se encontraba casi como un anuncio, una venta bastante bien hecha de factura
impecable.


Aquí no hay lecciones morales, solo hay dos amigos y un final. A lo largo de todo el film,
siempre se le recuerda al personaje de Javier Cámara si ha tratado de convencer a
Ricardo Darín de que comience con la quimioterapia, y no se explica, titubea. Señores,
al fin, un cine que no condena, de personajes que, superados por las circunstancias, no
les queda otra que aceptarlo y seguir con sus vidas.
El humor de algunas situaciones, lo increíble de algunas de las acciones llevadas a cabo
por los dos protagonistas…. Todo rezuma no diría realidad, o autocomplacencia… La
historia es cine por haber sido registrada con el tacto propio de los grandes. O lo que es
lo mismo, no hay identificación con sus personajes (más allá de los casos particulares),
sino admiración por los mismos. Su juicio no está intervenido por lo ético, sino por lo
estrictamente cinematográfico. De ahí la frase de Julián, cuando ve que su amigo se ha
acostado con su hermana: “Tiene sentido”. ¡Es maravilloso!

Por eso decía que Truman no es una de esas grandes historias, sino una de las pequeñas.
Julián no es el arquetipo, casi platónico, de personaje que tiene cáncer y no sabe muy
bien qué coño va a hacer: Julián es Julián, y su historia puede ser tan parecida o distinta
como la de cualquier otro personaje en sus circunstancias. Por mucho que lo podamos
pensar, no se ganan premios por hacer películas sobre el cáncer, sino por hacer películas.
Una película sobre la amistad incondicional, como la que profesan los perros por sus
dueños, y viceversa. Cesc Gay ha abierto el camino para llevar a cabo nuevas películas,
donde el factor humano no busca esquemas grandilocuentes, sino humildad ante las
situaciones, y demostrar que estas pueden convertirse también en grades historias. ¡La
magia del cine!

Una película que rezuma saber hacer y honestidad a partes iguales y, en mi opinión,
merecedora del Goya. Encantará a cualquier espectador cuyo corazón lata en el pecho.
¡Después de verla, no os olvidéis de invitar a un cañonazo a vuestros buenos amigos!

R. Roig Herrero

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