Dos hemisferios.

Pienso en páginas en blanco.
En tinteros vacíos
pidiendo ser poesía.
Líneas desbordadas entre espacios;
Despacio,
que lo sublime espera sentado.
Retorno a los paisajes grises;
inspiración de diablos
que empuñan plumas
bañadas en lágrimas.
Para nada cierto,
descontento por libre albedrío.
Cuadernos y hojas
que alimentan mi alma
por vía intravenosa.
¿Acaso no hay forma
de expresar la belleza?
¡Métrica del carajo!
De ti me mofo
entre líneas y párrafos.
Mientras máquinas escriben
y nuestras manos se encogen,
el arte vuela
más allá del bien y del mal.
Cállate
y déjame escribir
entre tinta y sangre.
¡Maldita sea!
¡Cállate conciencia del demonio!
Que mis palabras fluyen imperfectas
porque imperfectas las crearon.
No busques un público,
no te centres en teoría.
Que tus sentimientos
marquen los silencios,
y que tu cabeza de una vez
aprenda a agacharse;
a postrarse ante el triunfo
del arte frente a la lógica.

Pablo Vázquez Lobato

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