A la Vida: Temo tanto tu egoísmo, que de tu mano vaya el ejército de los segundos es
normal… Necesitas tener la corte, y te criaste lacayos (lacayo concretamente, el Tiempo).
Ese Tiempo que con firme batuta dirige la destrucción, pero la destrucción debería empezar
por tu maldito ego, por tu autodestrucción.
Cada vez hace usted confiar más en Canto. La forma de ver tus defectos reflejados en alma
humana, y que envidies la carne que degeneras con tu lacayo. Ver tu defecto con menor
gravedad comparado con el decaído Canto.
Durante el trayecto, Canto levanta, se hace a sí mismo, cae y vuelve a levantar mientras te
voy viviendo. No se derrumba, lo realmente importante y con mayor criterio se lo calla porque
ofende, porque prefiere no mostrarte fortaleza mas que cuando es verdaderamente
imprescindible. Las personas que te construyen con humildad, no se dejarán destruir por tu
arrogancia.
Respiras más aire que ningún otro concepto, dejas que te talen los bosques, me inundas
todos los bares…
Cuando Canto levanta, no se le alaba. Si Canto levanta no lo quieres dejar. Puede ser que la
aparición de Canto trajo consigo inteligencia, criterio y placeres prohibidos, pecados y más
pecados. Por el contrario, dejaste que se llevara la felicidad de un niño, confianza en uno
mismo, autoestima…
Sólo escribiendo ahora es como derroca a tu Tiempo. Puede que sea el ocaso de Canto.
Puede que sea que cuanto más lo pisas, más fuerte se hace. Puede ser que la única forma de
acabar con él sea la Vida.
Sí, la única forma es ser tú, Vida. Arrebatarte el papel protagonista, fundirme contigo en
alguna ocasión, usurparte el trono en otras. Eclipsarte.
Tantas cosas se habrán escrito, dicho, pensado ya antes… Pero el planeta, la totalidad del
universo, es aún joven. Las que se pensaron y quedaron en el olvido… quizás, sólo quizás, esa
pequeña corriente de electricidad que produjo la unión de las dos neuronas que tras hacer el
amor dieron origen a una idea, vague aún en forma de onda por el universo…
Y… ¿Sabe usted? Canto dispone del instrumento que es capaz de transformar esas ondas en
vida, Canto posee la máquina de los recuerdos.
Vida, estás en crisis en los tiempos que corren. El Amor es el único que te da sentido. El
amor nunca será tu lacayo, va por libre. A veces, viene conmigo, Amor y yo vamos de la mano.
La influencia, la Vida… y te encanta oír historias.
Y al final, la Vida se me pasa. Con el Tiempo, las horas fenecen muertas y sangrando
sostenidas en mis propias manos mientras me quedo solo, mientras escribo sobre tu
insignificante concepto, hallando la nada, como el perro que se persigue la cola.
Y así, pasa tu siervo Tiempo, se pasan los segundos y su más pura esencia.
La vida me sonríe. Un mundo perfecto, dicen.
Vida, déjate de –ismos porque todos conducen al egoísmo. Propón el ismo-ismo. ¡Viva el
movimiento por el movimiento! Sin tapujos, sin engaños sobre fondo negro, tan fácil que no
haya que buscar más significado del que no tiene. Egoísmo, sí, pero en unión de todos los
egoísmos a la par, sin política de disuasión.
La realidad no iguala a la leyenda, no hay héroes ni heroínas.
Usted señor Tiempo, usía señora Vida, siempre ganan… Serás fiambre aunque sueñes que la
Vida nunca acabará.
Solo existes porque nosotros, los hombres, te bautizamos, te pusimos nombre, te dimos de
comer. Si nosotros no te viviéramos, tú tampoco vivirías. No existirías, con lo cual, que esto te
sirva de aviso.
Tú decides, puedes rendirte o puedes escribir y permanecer para siempre, derrotar al
tiempo, ganar a la vida, hacer tu alma inmortal.
A mí, Canto, mientras tanto que me dejen en tinieblas, solo, en mi propio mundo.
Nunca llegarás a conocerme Vida, nunca sabrás quién es Canto. Aunque, en ocasiones, ni yo
mismo lo sé...
Canto
Cita: “-Se equivoca caballero, yo he visto otro mundo. Aunque, a veces, creo que sólo lo
imaginé-” -_- Extraída de la película The Thin Red Line (La Delgada Línea Roja)
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