Fffrú.

Escribir quizá sea el arte
de adaptar la ficción de las palabras
a la realidad de las emociones, o sea:
Mentir para decir la verdad
Roger Wolfe

La habitación está vacía.
Un año más
y otro menos,
apoyada en el dintel maldigo
todo aquello que perdí
en cualquier cajón.

Me ahogáis
cuando veo vuestras
caras suplicando clemencia
para poder estar vivos – Toda
esa vida basta,
vergel de nadie
está al alcance de tu mano.

¡Oh tú! Venerado ombligo,
egolatría excelsa,
versos tristes jamás escritos – quizá
es hora de saltar por la
ventana.

¡Oh tú! Cuánto placer,
ahí, regodeándote
con tu desdicha.

Todos ellos y yo
en el aquelarre al
caer la tarde;
la magia, ebrios de emoción,
orgías de arpegios mayores,
si estamos locos
por sentir como escribimos
por escribir como sentimos
qué más da.

La eterna simbiosis. Su pecho en el suelo.
Se funde sin dueño.

Andrea Villar Lamas

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